Las características distintivas de cada signo son moldeadas por las energías universales que los rodean.
La personalidad es altamente individualizada para cada persona, aunque es inevitable notar similitudes, adaptaciones y emociones compartidas. Sin embargo, es crucial recordar que cada individuo es único en su propio derecho. Aunque compartamos similitudes, cada uno de nosotros es un mundo aparte.
Aries: Con un carácter marcado por la individualidad y la creatividad.
Tauro: Se distingue por su carácter materialista y su persistencia.
Géminis: Se destaca por ser sociable y adaptable.
Cáncer: Su carácter está impregnado de humanismo creativo.
Leo: Presenta una personalidad individualista y persistente.
Virgo: Se caracteriza por su materialismo adaptable.
Libra: Destaca por su gran sociabilidad y creatividad.
Escorpio: Su carácter está impregnado de humanismo persistente.
Sagitario: Presenta una personalidad individualista y adaptable.
Capricornio: Se distingue por su materialismo creativo.
Acuario: Destaca por ser muy sociable y persistente.
Piscis: Su carácter está marcado por un gran humanismo adaptable.
Los signos se clasifican en dos grupos, masculinos y femeninos, según el tipo de energía que reciben.
Los signos de fuego y aire ocupan posiciones impares en el círculo zodiacal (1, 3, 5, 7, 9 y 11). Representan la parte masculina, activa y agresiva. Aunque difieren en naturaleza, comparten características como el dinamismo, la iniciativa y la ambición. Prefieren la interacción social en momentos de estrés.
Los signos de tierra y agua ocupan posiciones pares en el círculo zodiacal (2, 4, 6, 8, 10 y 12), representando la parte femenina, receptiva y pasiva. A pesar de ser de distintos elementos, comparten rasgos como la sensibilidad y la paciencia. Prefieren trabajar solos en momentos de estrés.